Carta del Señor rector a la Comunidad UCI

Carta del Señor rector a la Comunidad UCI

Estimados estudiantes, profesores, compañeros de UCI, colaboradores y amigos:

El 2014 fue un año muy importante para la Universidad para la Cooperación Internacional; pues al cumplir 20 años nos enfrentamos a la necesidad de replantearnos nuestro accionar hacia el futuro. Los enormes cambios que están ocurriendo a nivel global y muy especialmente, en América Latina y el Caribe nos obliga a ello.

En retrospectiva y a pocos años de la Cumbre de Rio cuando empezamos a planear el papel de UCI en la sociedad latinoamericana, los retos que enfrentábamos eran gigantescos: en parte por la falta de claridad de cómo alcanzar el muy discutido desarrollo sostenible. Hoy, nos enfrentamos a retos mucho mayores y más complejos, en un mundo con diversos paradigmas. Están quienes siguen apostando a los mercados globales para lograr un desarrollo económico que, “por goteo” (trickle down effect), en algún momento alcanzará a los más de siete mil millones de habitantes; quienes creen que se requiere un replanteamiento de los modelos de desarrollo hacia esquemas de solidaridad, equidad y acceso justo a condiciones de vida y también, quienes apuestan todavía en la economía del petróleo y ejercen enorme presión sobre las negociaciones mundiales que procuran llegar a acuerdos para frenar el calentamiento global; de igual manera se encuentran los que buscan desinvertir en los combustibles fósiles y, por suerte, son cada vez más; no se ausentan quienes siguen esperando que “alguien” haga algo.

La complejidad de los procesos que actualmente nos enfrentamos ante el cambio global genera retos difíciles de enfrentar con el pensamiento reduccionista, consolidado en la mayoría de las instituciones actuales, esto incluye las universidades. La transición a aproximaciones más holísticos en el trato de los procesos de desarrollo es una necesidad indiscutible. La participación ciudadana en la toma de decisiones también es imperante; las opciones comunicacionales actuales al alcance de miles de millones, brindan grandes posibilidades de incrementar ésta de manera nunca antes posible; los poderes concentrados en los medios de comunicación pierden rápidamente su hegemonía frente a las redes sociales. La estructura profesional está cambiando rápidamente y el requerimiento de profesionales en nuevas áreas supera la velocidad de respuesta de las instituciones académicas.

Al plantearnos el futuro de UCI queda clara la necesidad de seguir desarrollando programas novedosos, únicos e indispensables, característica propia de nuestro devenir en estas dos décadas de existencia y el 2015 será testigo del lanzamiento de varias maestrías pioneras. El paso de la educación basada en áreas de conocimiento hacia una formación por competencias, la cual potencie la sociedad del conocimiento, es un gran reto que hemos asumido como propio en UCI y hemos dado pasos firmes en esa dirección.

Un ejemplo de lo anterior, es el esfuerzo que realizamos dentro del marco de la Alianza Global para Profesionalizar la Gestión de las Áreas Protegidas, que se desarrolla conjuntamente con la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la UICN y varias decenas de socios de diversos continentes, donde la Escuela Latinoamericana de Áreas Protegidas de UCI lidera el desarrollo de la currícula y los cursos que serán utilizados alrededor del mundo. La experiencia de ELAP ha despertado la necesidad de crear profesiones relacionadas con la gestión de áreas protegidas alrededor del mundo, que hoy ocupan más del 15% del territorio terrestre y 3% del marino.

Seguiremos ampliando nuestra oferta en inglés, luego del gran éxito con el Master in Project Management dentro de la Global School of Project Management, donde nos mostró que mediante un gran trabajo en equipo, la excelencia académica y la visión global en una universidad latinoamericana pequeña, pero prestigiosa, puede atraer estudiantes de países como Afganistán, Singapur, India, China, Alemania, Rusia y muchos otros. Asimismo, alcanzar con programas de calidad a pequeños países del Caribe, los cuales por el cambio climático se enfrentan a retos aún mayores que los nuestros, nos genera gran satisfacción.

De igual forma, nos llena de orgullo escuchar declaraciones de madres jefas de hogar, incluso de importantes ciudades latinoamericanas con vastas ofertas académicas, sobre la oportunidad única que obtuvieron al poder estudiar a través de nuestros programas virtuales sin tener que dejar la atención de sus hijos, de manera tal que lograron la superación profesional y mejoraron en forma sustancial las condiciones de vida para sus familias.

Hemos escuchado las gracias de profesionales destacados en sitios remotos de Bolivia, a varias horas de la civilización, donde las verduras entran con suerte una vez por semana y hay limitadas fuentes de agua potable, pero con acceso a maestrías de primer nivel. Todo esto nos demuestra que hemos logrado alcanzar los sueños que nos planteamos hace 20 años.

Seguiremos haciendo honor a nuestro nombre y ampliaremos aún más nuestras redes de cooperación sin fronteras, tanto en el desarrollo de programas académicos de primer nivel como los ofertados con la Universidad de Barcelona o la Rey Juan Carlos, como en los procesos de investigación, tomando como ejemplo el gran éxito del trabajo en escenarios socio-económicos y de cambio climático para la toma de decisiones en colaboración con CCAFFS-CGIAR y CIAT.

Se fortalecerán y ampliarán las redes específicas, como por ejemplo la Red Eurolatina para la Prevención Contra la Tortura, las cuales abren grandes oportunidades para que estudiantes y docentes puedan disponer de redes de contactos y trabajos conjuntos, para así desarrollar áreas temáticas de gran relevancia.

Nuestro proyecto en Bolivia para el fortalecimiento de capacidades del sistema nacional de áreas protegidas, en conjunto con la Unión Europea, entra en la fase de implementación. Esto nos permite poner en marcha lo que hemos aprendido a lo largo de muchos años de trabajo con los países. El Centro Internacional de Operaciones localizado en la Ciudad del Saber en Panamá está ubicado estratégicamente para apoyar todas estas iniciativas y abrir puertas para una serie de otras, que permitirán a UCI trabajar muy de cerca con un sinnúmero de organizaciones, expertos y países en la búsqueda de soluciones para un mejor futuro.

UCI ha iniciado la incursión a nuevas modalidades de educación y fortalecimiento de capacidades para enfrentar los retos venideros, frente a una sociedad global que se abre a nuevos paradigmas,

donde la mayoría de las profesiones que necesitarán plazas en los próximos diez años aún no existen, así como los procesos de educación formal pierden liderazgo frente a procesos abiertos de formación de competencias para el emprendedurismo y no para ocupar empleos. Estamos lanzando varias iniciativas con las cuales aspiramos alcanzar a cientos de miles y si no millones de jóvenes que buscan oportunidades ante un mundo en donde cada vez más se dificulta la consecución de empleos dignos y miles de graduados universitarios no logran colocarse.

Hemos creado el Centro de Emprendimiento e Innovación que ya cuenta con una red de quince mil mujeres emprendedoras, las cuales reciben a través de Facebook, asesoría para sus empresas, pequeñas y medianas. El Instituto de Turismo Sostenible para América Latina y el Caribe viene a apoyar el desarrollo de esta importante industria en la región, con un fuerte enfoque hacia los medianos y pequeños, de manera a lograr una verdadera democratización del dólar turístico. El Clúster Turquesa, lanzado en Panamá en convenio con el Centro Experimental de Producción y Arquitectura Apropiada a la Emergencia de la Universidad de Buenos Aires con el apoyo de la Fundación Ciudad del Saber y la Fundación de Acción Social por Panamá (FAS Panamá) es otro ejemplo de nuevas aproximaciones a un desarrollo alternativo, en este caso el urbano.

Impulsar un desarrollo regenerativo, que permita a los ecosistemas recuperar sus posibilidades de seguir brindando los servicios esenciales para mantener la vida en el planeta, requiere la integración real de todas las áreas de conocimiento y la implementación efectiva de los procesos de co-creación e innovación permanentes. Si no logramos regenerar la salud planetaria, los retos venideros posiblemente rebasen las capacidades adaptativas de muchos seres vivientes.

Es nuestra responsabilidad aplicar todo lo aprendido y ponerlo a disposición de estas nuevas generaciones, a las cuales les hemos heredado un mundo sumamente comprometido en lo ambiental, social, cultural, económico, político y espiritual. Seguiremos usando la Carta de la Tierra como eje transversal de nuestro quehacer y aspiramos a fortalecerla aún más mediante la recuperación de valores perdidos por nuestras sociedades doctrinadas en el consumismo y la superficialidad.

Para poder lograr nuestros sueños en los años venideros, nos hemos planteado una nueva visión y misión, más frescas y adaptadas a la realidad que vivimos hoy; de tal manera que elevamos significativamente nuestro horizonte de actuación:

Visión:

“UCI es una organización global de innovación educativa al servicio de una sociedad del conocimiento inclusiva, buscando un desarrollo regenerativo y evolutivo ante un mundo complejo, diverso y cambiante”.

Misión:

“Co-crear soluciones educativas y de cooperación que contribuyan a la construcción de una sociedad inteligente con ética universal, mediante alianzas participativas, responsables y solidarias”.

En nombre de la Universidad para la Cooperación Internacional deseamos agradecer a todos nuestros colaboradores, funcionarios y profesores por su extraordinario desempeño; a nuestros amigos que siempre nos brindan consejos, apoyo y nuevas oportunidades y, un agradecimiento especial a nuestros estudiantes, quienes han depositado en nosotros no solo la confianza; sino también la amistad y la alegría que nos ha permitido desarrollarnos como universalizadores de una educación de calidad.

“Que el nuestro sea un tiempo que se recuerde por el despertar de una nueva reverencia ante la vida; por la firme resolución de alcanzar la sostenibilidad: por el aceleramiento en la lucha por la justicia y la paz y por la alegre celebración de la vida.” (Carta de la Tierra)

¡Deseándoles a todos mucho bienestar, los invitamos a que juntos podamos construir un mejor vivir de toda la humanidad!

Dr. Eduard Müller
Rector

 

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